Una asturiana sagrada empezó su andadura por tierras francesas el 1 de septiembre de 2006. Esta experiencia merece dedicarle un blog como dios manda, así que, entre fiestas y clases, intentaré llevar a cabo esta tarea de la mejor manera posible.

domingo, septiembre 03, 2006

Fue un largo viaje para poder llegar a la pintoresca ciudad francesa de Nancy. Salí el jueves 31 de agosto de mi casina asturiana para ir en coche con mi madre y mi hermanita a Madrid, pues desde allí me salía el avión para París el viernes 1 de septiembre a las 5am. Por qué tan temprano? Pues porque si no llegaba antes de las 4pm a mi residencia de Nancy, entonces me iba a tocar dormir en la calle porque la oficina ya estaría cerrada y no me podrían entregar las llaves de mi estudio.
Total, que a las 3:30am para la T4 de Barajas, y de allí volando a la Ciudad de la Luz, cargada de equipaje, por supuesto.
Una vez llego al aeropuerto Charles de Gaulle cojo el autobús municipal (sinceramente, paso de ser la típica guiri pringada a la que le timan cobrándole 40euros de taxi) y llego hasta la última parada de la línea, que es la Gare de L'Est, una de las 7 estaciones de tren de París.
En esa estación espero 4 horas sin poder moverme xq voy cargadísima y las consignas no funcionan porque están de obras, y a primera hora de la tarde cojo el tren que me llevará xa Nancy.
Dos horas y media más tarde llego a Nancy. Allí cojo un taxi y consigo llegar a la residencia a las 4 menos cuarto de la tarde. Conseguido!
Me dan la llave y me enseñan mi estudio. Cojonudo. No me puedo quejar. Mi cocina, mi baño (con bañera, y no con plato de ducha; un lujo, vamos!), con vistas a los jardines...
Xo necesito hacer un montón de compras, pues x no tener, no tengo ni toallas, ni ropa de cama, ni lo más básico respecto a higiene y limpieza. Así que sin deshacer las maletas, decido acercarme al centro de la ciudad y ver los comercios para comprar todo lo necesario.
Básicamente es a lo que me dedico ese viernes y el día siguiente. El domingo duermo prácticamente todo el día, pues en realidad no duermo desde mi penúltima noche en Asturias, 4 días antes. Ese mismo domingo a las 2am recibo una llamada de Almu: acaban de llegar a Le Totem (la residencia donde estoy viviendo) los españoles de mi universidad: Almu, Susana, Puerto y Juan Carlos. Les doy sus llaves, un saludo y casi una presentación (pues sólo les había visto una vez con anterioridad, en la reunión de los erasmus) muy breves, y a dormir que el lunes temprano empieza la Integration Week, para conocer al resto de los Erasmus.