Una asturiana sagrada empezó su andadura por tierras francesas el 1 de septiembre de 2006. Esta experiencia merece dedicarle un blog como dios manda, así que, entre fiestas y clases, intentaré llevar a cabo esta tarea de la mejor manera posible.

lunes, septiembre 11, 2006

I N T E G R A T I O N W E E K


El LUNES 4 de septiembre, a las 10am, tuvimos nuestra charla de presentación, donde pudimos entrar en contacto por primera vez con los que a partir de ese momento serían nuestr@s compañer@s en esta experiencia. ¿Primera impresión? Demasiadas chicas, y muy poco hombre. Para qué mentirnos. Y la cosa sigue así, o incluso peor, porque con el paso del tiempo te vas enterando de que casi todos están ya totalmente ennoviados. En fin, que esta no va a ser la Erasmus que esperábamos, jeje...
Cuando terminó la charla nos invitaron a un buffet con especialidades de la región de la Alsacia (pues es donde me encuentro, claro está). Y ya en esa comida aprovechamos para sentarnos con los que no conocíamos y presentarnos y charlar un rato. En esa primera comida yo me senté con Puerto (que estudia en Icade, y de la cual piensa todo el mundo que es mi hermana mayor, porque dicen que somos clavadas), con Armando (amigo mejicano con el que ya me había empezado a escribir antes de venir para aquí, y que se está convirtiendo en un gran amigo), y Julien (alemán de 27 años que fue mi primer fiche, para qué mentirnos).
Por la tarde había visita guiada por la ciudad, pero los españoles no fuimos porque teníamos que hacer cosas en el banco que requerían cierta urgencia.
Ya de MARTES teníamos supuestamente curso intensivo de francés. Pero nos hicieron un examen y a muchos nos "mandaron pa casa". Supuestamente no nos hacía falta. Cojonudo, pues así tenía un montón de tiempo libre. Durante todo el día estuve con los españoles haciendo todas las compras y papeleos necesarios. Y por la noche, primera fiesta Erasmus en el Club Hemingway, y primera toma de contacto con los italianos, con los alemanes, con las americanas y con las suecas.
Y de MIÉRCOLES nos fuimos de excursión al Chateau D'Haroué. En mi opinión, la inmensa mayoría de los Castillos del Valle del Loyra son más bonitos que éste. Pero eso es lo de menos. Lo importante era ir de excursión con la gente y seguir conociéndolos mejor. Poco a poco van surgiendo las preferencias. Qué simpáticas me parecen las escocesas! Ahí empezamos a hablar. Y desde entonces, Laura, Madeleine & yo ya formamos un trío inseparable, al que siempre se le suma mi querida Mayi, una cordobesa que estudia en Sevilla y con la que desde el primer momento ya hubo un buen rollo especial. De aquí puede salir una gran amistad. Estoy segura. Quién más? Ah, sí! Por supuesto: Juan Carlos y Armando. Pero todavía habría más... Julien, Tobías y Bernhardt (qué pena que tenga novia! jeje), el trío alemán. Y, cómo no, mis dos italianos: Luca y Phillippe. Chicas, decir que son guapos es quedarme corta. Pero es que además son buena gente, simpáticos, divertidos... y tienen coche, lo que me está viniendo cojonudo para conocer sitios! Jajaja.
Pues bien. El castillo normal, y la gente cojonuda. Y por la noche a la vuelta, quedamos todos para ir a una cervecería que hay al lado de Le Totem y de la facultad para ver el partido de futbol Francia-Italia. Ganó Francia esta vez, pero da igual el resultado (vale, fue 3-1). Lo importante es que nos lo pasamos increible, para variar. Los últimos en recoger, al igual que el día anterior, fuimos Julien y yo. Los alemanes son los únicos que me siguen el ritmo! Ya tengo fama aquí con las fiestas, jajaja. Supongo que era inevitable...
El JUEVES 7 de septiembre nos fuimos a pasar el día a Metz. Es precioso. Aquí todas las ciudades y pueblos en general son muy pintorescos, con las casas de colores y todo lleno de flores. Tras la visita a Metz volvimos al autobús (por cierto, menuda mierda de autobús, realmente incómodo, imposible que cupiesen las piernas, y estábamos todos como sardinas en lata) y de ahí a Nancy. Media hora para "cenar y arreglarse" porque teníamos que encontrarnos todos en la Place Stanislas (siempre es el punto de encuentro, el centro de la ciudad; estés donde estés, siempre podrás encontrar fácilmente esta plaza, de la cual tengo que colgar algunas fotos, porque es realmente increíble!). Esa noche tocaba Bowling y luego fiesta. Es interesante (y complicado) jugar a los bolos a la vez que te bebes metro tras metro de cerveza. Pero nos lo pasamos genial! Y tras la bolera... a bailar y seguir bebiendo en un club llamado L'Alhambra, que ponía sobretodo música latina. Y claro, la Ine se las sabía todas, estaba más contentina... que claro, la gente quería espectáculo, y yo se lo di, jeje. Cogí el micrófono y me puse a cantar "Un, Dos, Tres, un pasito hacia delante, María" y a gritar que si "Vive L'Espagne, la France et tout le monde". En fin, que hubo risas a mi costa, cómo no! Después del club, nos volvimos a la residencia, aunque algunos de nosotros (las escocesas Laura y Madeleine, Armando, Juankar, Julien y yo) nos fuimos al estudio de Hillary (americana, de Pittsburg, Jillo!) y ahí estuvimos hablando, bebiendo, comiendo y haciendo el tonto hasta a saber qué hora.
El VIERNES
8 fue, afortunadamente, un día más bien relajado. La mañana la dediqué a dormir (más bien poco) y sobretodo a hacer papeleos. Porque en Francia todo lo administrativo es un rollazo. Mil papeles para cualquier cosa que quieras hacer. Encima tienen unos horarios realmente extraños. Entre las 12 y las 2 se paraliza absolutamente todo. Por ejemplo, hubo un día que quería coger un taxi para volver a casa porque iba muy cargada, y tuve que esperar ¡45 minutos! por uno porque los taxistas se habían ido todos a comer. Esto en España no pasa, vamos! En fin... y por la tarde, visita al Museo de Bellas Artes de Nancy. Tras esto, alguna compra necesaria, y para la residencia. Ése día decidí no salir y quedarme en mi estudio, aunque por supuesto hubo ronda de visitas de un cuarto a otro y al final me acosté casi tan tarde como si hubiese salido.
El SÁBADO 9 muy temprano nos encontramos todos los erasmus en la puerta de nuestra facultad ICN para partir rumbo a Estrasburgo.
Teníamos por delante todo un fin de semana para conocer la región de Lorraine, y también para conocernos mejor entre nosotros.
Estuvimos todo el día en Estrasburgo, una de las ciudades más bonitas que he visto. ¡Parece de cuento! Con sus casas de colores, sus tejados tan curiosos, su olor, sus cigüeñas, sus canales... Y tras la visita de esta ciudad nos llevaron a un albergue en medio de las montañas, donde cenamos y pasamos la noche. Hicimos una hoguera, estuvimos bebiendo, cantando, hablando todos con todos, luego entramos en una sala que los de Globe&Co habían habilitado como sala de fiestas, y ahí nos quedamos bailando hasta las tantas. Después a la cama, no sin antes hacer una pequeña visita al cuarto de los chicos para desearles buenas noches y reírnos un poco de Luca (rompió varias tablas de su litera y terminó el pobre durmiendo en el suelo).
Al día siguiente, DOMINGO, desayunamos y partimos hacia Riquewihr, un pequeño pueblo loreno especialmente hecho para los turistas, con todas las cosas típicas de la región. Precioso! Y por la tarde tocaba Obernai, donde hicimos un juego de seguir pistas por toda la ciudad, para así conocerla y conocer un poco de su historia, y terminamos caminando entre los viñedos de las colinas que rodean la ciudad. Allí tuvimos una pequeña degustación de vino y de bollos de la región. Tras esto, y todavía en Obernai, fuimos a una bodega y allí nos explicaron cómo hacían el vino y tras eso tuvimos otra degustación de vinos. Muy interesante! Vuelta al autobús, y de Obernai a Nancy. Porque la Semana de Integración se había terminado, y al día siguiente empezaba ya el curso...