Una asturiana sagrada empezó su andadura por tierras francesas el 1 de septiembre de 2006. Esta experiencia merece dedicarle un blog como dios manda, así que, entre fiestas y clases, intentaré llevar a cabo esta tarea de la mejor manera posible.

domingo, octubre 01, 2006

O K T O B E R F E S T ______ M U N I C H

El 30 de octubre tocaba una de las citas obligadas de toda experiencia erasmus que se precie: el Oktoberfest! Y decidimos ir al de Munich, que es el más famoso. Alquilamos dos coches, Jackie (México) de conductora en uno, y yo de conductora en el otro.
Mi máxima ilusión en el viaje, por supuesto a parte de la de conocer la más que bonita ciudad de Munich, era ver a Castro. Cuánto tiempo y cuántos recuerdos! Cuando le vi y nos abrazamos, me dio una alegría... Nos llevó de paseo por la ciudad, primero a un parque a comer y a beber cerveza (sí, vale unos más que otros), y después por el centro de la ciudad.

Aquí está el grupo: los tres chicos Armando, Simone (Italia) y Juan Carlos; y las chicas Julia (Rusia), yo, Jackie, Lily (USA), Tania (Líbano) y Ayako (Japón).

Las chicas con alemanes vestidos con el traje típico bávaro. En el oktoberfest es lo normal, el ver a la gente vistiendo sus trajes tradicionales. La verdad es que para los turistas es tan increíble, tan típicamente alemán...

Los chicos no iban a ser menos! Ellos también tuvieron su foto con las típicas alemanas de turno!

El Oktoberfest consiste básicamente en unas casetas tremendamente grandes, cada una perteneciente a una marca diferente de cerveza. La más típica es la de Paulaner. El vivir el Oktoberfest se basa en lograr meterse en una de las casetas, tener la increíble suerte de conseguir mesa, y pasarse a razón de 10 horas diarias sin moverse de esa mesa, bebiendo jarras de un litro de rica (y carísima) cerveza alemana, bailando encima del banco o de la mesa, y cantando (o haciendo ruidos con acento alemán para dar la imagen de que sabes perfectamente lo que estás cantando).

Aquí estoy con los dos madrileños, uno de Las Lomas y otro de Getafe, en frente de la Univerdad de Munich. Castro había salido toda la noche anterior, con lo cual estaba de cuerpo presente, pero poco más, con lo que a media tarde el pobre tuvo que irse a dormir para poder estar un poco despierto por el resto del día. Aún así, hizo el tremendo esfuerzo (lo cual se agradece) de enseñarnos la ciudad.